Peregrinación al seminario del Sagrado Corazón de Jesús
con motivo de Jubileo de los 50 años de fundación
El pasado 14 de mayo del 2016 se manifestó la misericordia divina a través del peregrinar del pueblo de Dios hacia la gracia. Pues a la Confraternidad Operarios del Reino de Cristo al celebrar el jubileo de los cincuenta años de fundación del Seminario Mayor del Sagrado Corazón de Jesús, le fue concedida la gracia por papa Francisco de ganar la indulgencia plenaria a todos los fieles que visitasen el Seminario.
Debido tal bendición de Dios la comunidad del Seminario se vio presta a actuar facilitando al pueblo de Dios la adquisición de tan precioso regalo como es la indulgencia plenaria, organizando una peregrinación para visitar el Seminario del Sagrado Corazón de Jesús. Ahora bien, para poder recibir la indulgencia plenaria no sólo bastaba hacer la visita al Seminario, sino tener la disposición a partir de las condiciones que establece la Iglesia, es decir: estar en gracia (confesarse y comulgar) y rezar por las intenciones del papa, por lo que dentro de la peregrinación se realizaron confesiones por seis sacerdotes, se celebró la Santa misa al llegar al Seminario donde siguieron confesando los sacerdotes y se oró por el papa al culminar la celebración, al igual que se realizó la oración hecha para el jubileo de los 50 años.
La peregrinación dio inicio en Seminario Conciliar de nuestra Señora de Guadalupe y culminó en el Seminario del Sagrado corazón de Jesús de los Operarios del Reino de Cristo. El recorrido fue por la avenida Hércules hasta llegar a la Calzada los Arcos, la cual se recorrió casi en su totalidad, y después doblando en la avenida Circunvalación hasta llegar al Seminario. Escoltados por patrullas del municipio y feligreses voluntarios, avanzaron con libertad aproximadamente 800 personas, que con mucha devoción participaron del sacramento de la reconciliación, rezaban y cantaban a lo largo del recorrido. La peregrinación estaba conformada por los seminaristas y sacerdotes Operarios del Reino de Cristo; comunidades religiosas como las Carmelitas de San José, las Siervas de María, las Auxiliares Parroquiales de Cristo Sacerdote, entre otras; también participaron fieles de las diversas parroquias, como lo fue la parroquia de San Isidro, la parroquia de María Puerta del Cielo y las comunidades donde los seminaristas atienden en su pastoral como fue la participación de la comunidad de los Héroes perteneciente a la Cañada, la cual se destacó por su numerosa asistencia.
El caminar de los fieles cristianos fue presidido y guiado por Jesucristo crucificado y por la Santísima Virgen en su advocación de Guadalupe, yendo hasta el frente de la peregrinación, en seguida los seminaristas, después las religiosas, los feligreses de las diversas parroquias y al final los sacerdotes que iban administrando el sacramento de la reconciliación. Durante la peregrinación se realizó el rezo del Santo Rosario acompañado por cantos y porras a la Santísima virgen de Guadalupe y a Jesucristo resucitado, motivando así a las personas en el caminar hacia la gracia a dar testimonio de la fe, la alegría y misericordia.
Rafael Salgado Sánchez