VI Domingo Ordinario: Cumplimiento de la Ley

LECTIO DIVINA – VI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO Ciclo A

Mateo 5, 17-37

 

LEEMOS EL TEXTO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-37

(abrimos nuestra Biblia y leemos el texto una o dos veces)

 

¿Qué dice el texto?

Los escribas y fariseos eran considerados los más cumplidores de las normas, pero se habían quedado solo en el exterior, sin cumplir verdaderamente la Voluntad de Dios.

El discípulo de Cristo está llamado a vivir por encima de esos criterios.

¿Cuáles criterios? Los del Reino de los cielos. Esta es la Buena Nueva, participar, pertenecer, vivir en el Reino de los cielos, ni más ni menos.

Por eso, el mandamiento de no matarás no se queda en no quitar la vida, sino en no dañar, no ofender, no marginar a tu hermano.

Así se pueden analizar los otros ejemplos: Anteriormente se dijo… Pero yo les digo…

 

¿Qué nos dice el Señor a través de su Palabra?

El mal que vemos en el mundo, o en nuestra sociedad no encuentra una solución externa con el cambio de estructuras, de presidentes o de sistemas judiciales, sino en el cambio de corazones, en la conversión personal.

¿Quién debe comenzar este cambio?  Los que escuchamos y conocemos al Señor, los que nos consideramos sus discípulos, los que somos sal de la tierra.

¿Para quién va dirigido este anuncio? Para todos, todos tienen el derecho de conocer este mensaje, porque el Señor quiere que llegue la salvación al mundo entero.

¿De qué manera va a llegar este mensaje? A través  de sus discípulos que se convierten en misioneros, que son conscientes de que son lámpara para el mundo, luz en las tinieblas.  

Tú, ¿quieres ser esta luz para el mundo?

Da el primer paso.

 

¿Qué le digo al Señor?

Señor Jesús, hoy he conocido que me llamas a participar en el Reino de los cielos. Este Reino por el que San José Sánchez del Río dio su vida y rechazó honores, privilegios y bienes en el mundo y me dio testimonio de valorar por encima de todo el estar contigo. Dame la fuerza  para aceptar tu mensaje,  para  dejarme inundar por este amor tan grande que me das y para que no tenga miedo de  llevarlo a los demás. Quiero ser, Señor, una pequeña luz en medio de la oscuridad.

 

¿A qué me compromete esta Palabra recibida? ¿Cuál es mi compromiso?

(cada uno hace su  compromiso, sencillo, medible y que vamos a cumplir)

 

Autor entrada: SGCORC