TRIGESIMO SEXTO ANIVERSARIO DE LA BENDICIÓN DEL SEMINARIO
DEL SAGRADO CORAZÓN Y NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.
EN OLÍAS DEL REY, TOLEDO.
El uno de Mayo suele dejarnos en el Seminario Operario un recuerdo de páginas ilustradas con fotografías que por casi cuatro décadas se han esforzado por inmortalizar cada importante momento de la historia de esta casa. Como si se tratase de la parábola de la casa construida sobre roca o arena, la construcción del seminario no conocía otra que la mejor opción: sobre roca y sobre la roca firme de la Iglesia. La facilidad de comunicación del pueblo hispanoamericano con el pueblo español, y sobre todo la comunión eclesial con la Sede Petrina en tiempos postconciliares hicieron posible el concreto encuentro entre el Padre Enrique Amezcua Medina, sacerdote mexicano; y el Cardenal Arzobispo de Toledo y Primado de España D. Marcelo González Martín. Un encuentro providencial, en 1972, tras el cual se fueron dando los pasos suficientes para garantizar la formación vocacional y académica de los seminaristas Operarios del Reino de Cristo. El grupo de jóvenes, inicialmente estudiaba y residía en las instalaciones del Seminario Diocesano de Toledo. Unos años más tarde se traslada la residencia de los seminaristas operarios al cercano pueblo de Olías del Rey, a poca distancia de la Ciudad Imperial, pues el 16 de enero de 1979 el Señor Cardenal firmaba el documento de erección canónica de la Casa en Olías del Rey. Con ayuda de la Divina Providencia y gente de buena voluntad el 1 de mayo de 1982 quedaba inaugurado y bendecido el misionero seminario. Figura estratégica resultó ser sin duda el Padre Manuel Hernández Jerez, al ser párroco de Olías; el cual es también miembro de la Confraternidad. En el Testamento Espiritual se recuerda igualmente con agradecimiento a D. Rafael Palmero Ramos, entonces en el cargo de Vicario General de la Archidiócesis; y a D. Antonio Sainz-Pardo Moreno quien ejercía como Secretario Canciller.
Bajo la titularidad advocacional del Sagrado Corazón y Nuestra Señora del Rosario, el Seminario nace ubicado en el corazón del pueblo, junto a la Iglesia Parroquial. La conocida Plaza de la Iglesia completaba su estampa con el soberano alzado de esta casa misionera. Hace treinta y seis años que la primera parte de la construcción quedaba bendecida e inaugurada. Posteriormente la misma construcción ha ido creciendo; así, unos años más tarde, en 1986, se adjuntaba un primer patio residencial, en 1997 era bendecida la capilla mayor, ya en 2011 culminaban las últimas obras. Nuestra residencia es una sucesión de patios castellanos que han sido renombrados en honor a las advocaciones de la Espiritualidad y del Carisma; como por ejemplo los Patios de la Visitación, Guadalupe, San José, Sagrado Corazón o Fray Pedro de la Inmaculada. También otras partes de las instalaciones reciben el nombre de destacados bienhechores que han tenido a bien compartir sus bienes con la institución. Con motivo de este trigésimo sexto aniversario de Bendición del Seminario hemos tenido en cuenta las celebraciones del Centenario de los nacimientos del Señor Cardenal Don Marcelo González y del Padre Enrique, dado que ambos comparten el mismo año natalicio.
La celebración de este aniversario tuvo lugar en la Capilla del Seminario con la celebración Eucarística a las doce de la mañana. La Eucaristía estuvo presidida por el Pbro. Francisco Coronado Domínguez, Rector, siendo concelebrada por el Pbro. José Ponce Ramírez, Vicerrector, y por el Pbro. Iván Manuel Garizado Canchilla, de la comunidad CORC de Ntra. Sra. de Sonsoles de Madrid. Junto a los seminaristas estuvieron además bastantes amigos de esta casa: vecinos de Olías del Rey, de la urbanización de los Olivos, de los pueblos de Magán, Consuegra, Talavera de la Reina; otros procedentes de Madrid, etc. En la homilía se recordaba a los jóvenes seminaristas el esfuerzo que siempre ha supuesto para estos seglares amigos no sólo el inicio de las obras sino incluso el mantenimiento de las mismas, ya que se trata de una obra material a la vez que espiritual: una obra para formar sacerdotes. Hicimos eco de las palabras de Don Marcelo en la bendición del seminario operario: “… Padre Enrique ya se ha logrado, ¿Qué van a hacer en esta casa? Formar sacerdotes según el Corazón de Cristo, sacerdotes que sepan Amar y Sufrir.” Estas Palabras del Primado de España deben seguir resonando en nuestra formación, para que no olvidemos la identidad sacerdotal que nos ha de caracterizar, buscando continuamente los amores del Corazón de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
El “Amar y Sufrir” lo encontramos también en el Santo de Nazaret, San José. En él encontramos su entrega generosa al cuidado de la Sagrada Familia, pues siguiendo la voluntad de Dios desde el silencio, la sencillez, humildad, el trabajo,… es siempre un modelo para todo Operario. Con motivo de esta fiesta hemos bendecido en la Capilla una nueva pintura de San José Obrero. Es una pintura del artista Gonzalo Díaz Landino, de Bogotá, Colombia. Se trata de un óleo sobre lienzo en el que se representa al carpintero de Nazaret viendo cómo Jesús labra un leño. No faltan las herramientas pero aunque hay trabajo a la vez hay descanso ya que ambos están sentados. Hemos querido que esta estampa tuviera signos propios por lo que en el taller nazareno encontramos también las rosas y las espigas que en nuestro Escudo representan a la Virgen Santísima de Guadalupe y la labor vocacional respectivamente.
Tras la Santa Misa pudimos tener una agradable convivencia con todos los amigos que acompañaban. Agradecimiento a todos los que en algún momento han contribuido con esta labor, en primer lugar a todos los sacerdotes que han trabajado en los equipos formativos, también un agradecimiento a tantos amigos que siguen colaborando desinteresadamente por esta causa. Junto a nuestra comunidad sólo queda pediros que sigáis pidiendo al Dueño de la mies que envíe Operarios. Os encomendamos en nuestras oraciones. Orad por las vocaciones, por los sacerdotes y por la Iglesia.
Dios os bendiga.