Centenario de su nacimiento
Tacámbaro, Michoacán
El pasado día 23 de mayo, siguiendo las peregrinaciones que como confraternidad hemos venido organizando para conocer mejor y más de cerca la trayectoria que vivió el Padre Enrique en su vida tanto personal, familiar y pastoral salimos rumbo a Tacámbaro, Michoacán.
Tacámbaro es una ciudad típica de la zona michoacana, con sus calles empedradas y sus casas de color blanco y rojo, con cuestas pronunciadas. Todo gira alrededor de un jardín que está presidido por la catedral y una imagen del Sr. Obispo Abraham Martínez Betancourt, fundador de la confraternidad con Mons. Manuel Pío López y el Padre Enrique Amezcua.
El Sr. Obispo actual, Mons. Gerardo Díaz Vázquez, tenía programada una reunión sacerdotal de formación permanente con su clero para los días 21-23 de mayo, por lo que nos sugirió que dicha peregrinación pudiera ser como clausura de esta reunión para que estuviera la mayor parte del clero, como así fue, y los seminaristas, con el fin de que todos recordaran o conocieran la figura sacerdotal del padre Enrique y lo que había hecho en la diócesis.
Así fue como un grupo de sacerdotes de la diócesis de Tacámbaro (en torno a 80) y de Operarios (doce), así como un grupo de seglares venidos de Querétaro, vivimos esta Jornada de encuentro y de reflexión.
En el salón de actos de la Curia diocesana la Dra. Guadalupe García Alcocer, impartió una conferencia bien fundamentada y muy cercana, con palabras sencillas y certeras, en la que dio a conocer la figura humana, sacerdotal y de gran profundidad en la fe del padre Enrique. Esta Conferencia ayudó para que los sacerdotes y seglares pudieran tener un acercamiento al sacerdote desde su infancia hasta su muerte.
Posteriormente tuvimos la celebración de la Eucaristía, presidida por el Sr. Obispo en la catedral que se llenó de fieles, sacerdotes y seminaristas. En ella, un sacerdote leyó la homilía que preparó Mons. José Díaz-Barriga, sacerdote que conoció y trabajó con el padre enrique, por lo que era una persona indicada para hablar de él. En dicha homilía recalca la figura firme, voluntariosa y llena de fe del padre Enrique, sobre todo en su labor vocacional tanto como rector del Seminario, al que le dio un nuevo impulso como en la fundación de las Obras por las Vocaciones Sacerdotales (Las OVS) que aún siguen trabajando y son un gran apoyo e impulso para el seminario, los seminaristas y la abundancia de vocaciones.
También recordó que por su figura firme tuvo sus momentos de incomprensión y cómo a partir de ahí empezó a trabajar por la nueva Obra sacerdotal para ayudar a las diócesis necesitadas de clero. Los Operarios del Reino de Cristo.
Esta homilía fue un descubrir una nueva faceta del Padre Enrique, manifestada por un sacerdote que lo conoció en otro lugar y en otras actividades.
Fue un momento muy especial donde pudimos experimentar la unión que la Confraternidad tiene con esta querida diócesis de Tacámbaro, particularmente en la Sagrada Eucaristía.
Finalmente, pudimos compartir con fieles, sacerdotes y seminaristas los alimentos en el seminario Mayor. Palpamos, experimentamos la fraternidad sacramental, el cariño y aprecio que nos hace sentirnos parte de una misma familia, con el deseo de continuar trabajando juntos y elaborando proyectos en bien de la extensión del Reino de Cristo.
Desde aquí agradecemos al Sr. Obispo de Tacámbaro y a sus sacerdotes la hospitalidad y el buen trato recibido con la encomienda de poder volver en una próxima convivencia.