¿Quiénes somos?

¿Quiénes somos los Seglares Operarios del Reino de Cristo?
I. NATURALEZA.

Los Operarios seglares del Reino de Cristo son: Fraternidad de laicos comprometidos que fundamentan su actuar en el carisma y espiritualidad de los Operarios del Reino de Cristo.

Participan del apostolado y la Misión que los Operarios del Reino de Cristo recibieron de Dios y que está plasmada en la vida y el mensaje que nos dejó del Padre Enrique Amezcua.

 

II. CARISMA

a. PREOCUPACIÓN POR LAS IGLESIAS: Estar atentos a las necesidades de su parroquia, diócesis y otras comunidades, buscando dar respuesta a las necesidades de la Iglesia hoy. Para eso deben tener un amor grande, atendiendo a la invitación que nos hace San Pablo: Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.

 

b. DISPONIBILIDAD: Desde su propio estado de vida trabajan por el logro de los fines de la confraternidad (pág.10 Const.). Tienen la actitud de estar dispuestos a ayudar, servir, colaborar y entregarse por el bien del prójimo. Aquí se promueven las misiones en lugares lejanos, en su parroquia, en sus comunidades.

 

c. VIDA FRATERNA: Viven, trabajan con amor, alegría y respeto, buscando el bien común de nuestras comunidades. Sabemos que fuimos llamados por el Señor a ser sus discípulos, pero esto siempre lo hacemos en comunidad, en colaboración con los demás, en sentirnos hermanos unos de otros.

 

d. OBEDIENCIA EN LA FE: Su libertad se ejerce en el servicio ministerial, a través de la disponibilidad desde su propio estado de vida a los Superiores Mayores en comunión con la Jerarquía de la Iglesia. Ser obedientes como lo fue Cristo Jesús, por eso reflexionamos sobre la Palabra de Dios para conocer mejor la Voluntad de nuestro Padre Dios.

 

e. CELO POR LAS VOCACIONES: Merecer, pedir, buscar, fomentar engendrar, atender y ayudar a las vocaciones, principalmente a las vocaciones sacerdotales, así como ayudar en cuanto se pueda a la santificación de los Sacerdotes. Sabemos que es algo que debemos estar haciendo siempre, recordando la invitación que nos hace el Padre Enrique: nunca se vayan a dormir sin haber hecho algo por las vocaciones (una oración, un sacrificio, una invitación, una palabra de aliento a algún seminarista o sacerdote…)

 

Se promueve que el trabajo por las vocaciones sea en nuestras comunidades un apostolado transversal, que acompaña e ilumina todas las pastorales.