En preparación al Congreso Guadalupano de la Misericordia

Misa de Apertura del Año de Preparación para el Congreso Guadalupano de la Misericordia en la Quinta Aparición

operarios-01«El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres». Año tras año, día a día derrama el Señor múltiples gracias sobre nosotros. La Iglesia, Madre y Maestra, no deja de regalarnos acontecimientos, eventos que van enriqueciendo nuestra vida de hijos de Dios.

El Papa Francisco ha proclamado un año de Misericordia, que será inaugurado el 8 de diciembre en Roma, el 10 en esta diócesis de Ecatepec y el 16 en este Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana. Y en este marco damos comienzo a este Año Eucarístico Guadalupano, que tendrá su momento álgido con el Congreso del próximo año.

Cuando nuestro fundador, el P. Enrique Amezcua, llegó por primera vez a Tulpetlac y encontró la situación paupérrima de la parroquia y el Santuario perdido, casi desconocido, sintió un profundo dolor al ver un pueblo sin sacerdote y el lugar donde la Virgen se dio el nombre con el que todos sus hijos la veneramos y curó a Juan Bernardino, abandonado. Un profundo vuelco en su corazón y un gran anhelo le llevó a dejarlo todo y en plena sintonía con la Iglesia y con el permiso de su obispo Don Abraham Martínez Betancour y en obediencia al primer obispo de Texcoco, Mons. Francisco Ferreira y Arreola, recién llegado, se puso «manos a la obra».

Nuestra Confraternidad no se entiende sin la Virgen de Guadalupe en este Santuario de la Quinta Aparición, que construyó nuestro fundador, y sin su mensaje de construir el Templo Vivo, extender el Reino y sanar los corazones heridos, buscar «sacerdotes según el Corazón de Cristo» como San Juan Diego.

Este año Eucarístico Guadalupano es fiel reflejo del amor misericordioso del Padre, que envió a su Hijo Jesucristo, que se quedó en la Eucaristía  y nos muestra su inmensa ternura en una Madre, que abre sus manos hacia Juan Bernardino, curando su cuerpo y manifestando ser «Río de Luz, hecho amor para la edificación del Templo y la extensión del Reino».

El P. Enrique defendió Tulpetlac como el auténtico lugar donde apareció la Virgen de Guadalupe. Sencillez, humildad, pobreza… son virtudes características de nuestra Madre, las mismas que acompañan a este lugar santo.

Hoy la Confraternidad de Operarios del Reino de Cristo se alegra con la diócesis de Ecatepec y agradece a su Obispo Mons. Roberto Domínguez Couttolenc la concesión de este año de gracia para todos los que con verdadero amor  a Jesús Eucaristía y devoción a la Virgen de Guadalupe nos acerquemos a este Santuario.

Profundicemos y demos a conocer el mensaje de la Virgen de Guadalupe en su Quinta Aparición donde María mira con ternura a Juan Bernardino y lo cura, dejémonos mirar y ser curados de nuestras dolencias corporales y espirituales; donde María se da a sí misma el nombre de Guadalupe, que expresa la unidad entre el Viejo y el Nuevo Continente y vivamos la unidad de la Iglesia y de nuestra Confraternidad; donde se nos muestra la necesidad de sacerdotes y pidamos, trabajemos, engendremos, atendamos y fomentemos las vocaciones sacerdotales para la Confraternidad y para toda la Iglesia; donde se nos recuerda la necesidad de construir el Templo Vivo y extender el Reino de Cristo y trabajemos como verdaderos discípulos y misioneros, como Operarios del Reino de Cristo.

Que este encuentro con nuestra Madre en su Quinta Aparición nos lleve a la experiencia personal, comunitaria y eclesial de la misericordia de Dios.

Pbro. Lic. José Antonio  Gómez Elisea 
Director General de Operarios del Reino de Cristo 

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